When the iron curtain finally fell, a load of attributes of a new formula of happiness fell on the head of the new man, exposed to the winds of change. The enticing transatlantic shimmering and the song of sirens with their nasal voices from video salons formed semantic patterns for a whole generation who wished to somehow get its Golden Ticket to that dimension. Now it was possible to take off the armored jacket and enjoy the forbidden fruit. However, it was the prohibition on the fruit that gave rise to the cult of such one. Glossy pictures, which only yesterday served as an impregnable guarantor of existential fulfillment, today turned out to be within walking distance, perhaps causing confusion. Tired of his heroic deeds, Hercules took off his mask and appeared to be Zeus in disguise, the king of the New Olympus, whose star-striped shadow with a Styrian accent covered half the world. Generation P, who had time to enjoy Brodsky, changed his collections to the Encyclopedia of Modern Bodybuilding, and complimentary passes to the Mariinsky Theater for tickets to the video salon. Time was running out as if it were golden sand of money, which could be used to purchase a more expensive watch, giving the right to come to both the parties of the celestials and the daughters of men. Clay Mercedes and straw planes could be easily purchased with new vouchers. This did not stop one from enviously worshiping fighter planes made of super-strength straw and Mercedes made of clay from the Dead Sea... At least no one forbade looking at the world through the new bamboo glasses catching the ebony gaze of someone for whom a platinum Rolex and a broken Seiko in the hair show the same time, in the face of which even the star-striped Zeuso-Hercules, bending the wooden arc of time and becoming its axis, was yoking thought and balance together. A yoke is a frame fitted to a person’s shoulders to carry a load in two equal portions, and in this picture it serves as a lever for transferring the severity of thoughts (more precisely, a difficult choice) ‒ there is nothing on both ends of the yoke. In this picture, the balance point of the yoke is not the shoulders, but the head ... Andrey Kartashov graduated from the A. Erdely Professional College of Arts of the Transcarpathian Academy of Arts in Uzhgorod, and later graduated from the Department of Painting of the Repin St. Petersburg Academy of Arts. Since 2007, he has been a member of the Portrait Painters Association of America (PSA), and in 2016, he joined the Union of Artists of Russia. His works are represented in the collections of the Research Museum of the Russian Academy of Arts in St. Petersburg, Tianjin Museum, and Liu Haisu Museum of Art in China, Arnold Schwarzenegger Museum in Austria, as well as in private collections of collectors from Russia, the UK, the USA, China, Ukraine, Poland, France, and the Netherlands. Produced using more forward-going technologies like the Metis scanner, which allows for printing out excellent quality art pieces it becomes a high-class, exclusive art piece. Height: 140 cm Width: 185 cm
Cuando por fin cayó el telón de acero, una carga de atributos de una nueva fórmula de felicidad cayó sobre la cabeza del hombre nuevo, expuesto a los vientos del cambio. El tentador resplandor transatlántico y el canto de las sirenas con sus voces nasales de los salones de vídeo formaron patrones semánticos para toda una generación que deseaba conseguir de algún modo su Billete Dorado a esa dimensión. Ahora era posible quitarse la chaqueta blindada y disfrutar de la fruta prohibida. Sin embargo, fue la prohibición de la fruta lo que dio lugar al culto a la misma. Las fotos brillantes, que ayer mismo servían de garante inexpugnable de la plenitud existencial, hoy resultaban estar a tiro de piedra, provocando quizá confusión. Cansado de sus hazañas, Hércules se quitó la máscara y pareció ser Zeus disfrazado, el rey del Nuevo Olimpo, cuya sombra rayada de estrellas con acento de Estiria cubría medio mundo. La Generación P, que tenía tiempo para disfrutar de Brodsky, cambió sus colecciones por la Enciclopedia del Culturismo Moderno, y los pases de cortesía para el Teatro Mariinsky por entradas para el salón de vídeo. El tiempo se agotaba como si fuera arena dorada de dinero, con la que se podía comprar un reloj más caro, que daba derecho a acudir tanto a las fiestas de los celestiales como a las de las hijas de los hombres. Los Mercedes de arcilla y los aviones de paja podían comprarse fácilmente con los nuevos vales. Esto no impedía adorar con envidia los aviones de combate de paja superresistente y los Mercedes de arcilla del Mar Muerto... Al menos nadie prohibía mirar el mundo a través de las nuevas gafas de bambú que atrapaban la mirada de ébano de alguien para quien un Rolex de platino y un Seiko roto en el pelo mostraban el mismo tiempo, ante el cual incluso el Zeuso-Hércules de rayas estrelladas, doblando el arco de madera del tiempo y convirtiéndose en su eje, unía el pensamiento y el equilibrio. Un yugo es un armazón que se coloca sobre los hombros de una persona para transportar una carga en dos porciones iguales, y en este cuadro sirve de palanca para transferir la gravedad de los pensamientos (más exactamente, una difícil elección): no hay nada en ambos extremos del yugo. En esta imagen, el punto de equilibrio del yugo no son los hombros, sino la cabeza ... Andrey Kartashov se licenció en la Escuela Profesional de Arte A. Erdely de la Academia de Arte Transcarpática de Uzhgorod, y más tarde se graduó en el Departamento de Pintura de la Academia de Arte Repin de San Petersburgo. Desde 2007 es miembro de la Asociación de Pintores de Retratos de América (PSA), y en 2016 ingresó en la Unión de Artistas de Rusia. Sus obras están representadas en las colecciones del Museo de Investigación de la Academia Rusa de las Artes de San Petersburgo, el Museo de Tianjin y el Museo de Arte Liu Haisu de China, el Museo Arnold Schwarzenegger de Austria, así como en colecciones privadas de coleccionistas de Rusia, Reino Unido, Estados Unidos, China, Ucrania, Polonia, Francia y Países Bajos. Producido con tecnologías más avanzadas, como el escáner Metis, que permite imprimir obras de arte de excelente calidad, se convierte en una pieza de arte exclusiva de alta gama. Altura: 140 cm Anchura: 185 cm
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