The product is in good condition with wear and tear from years of use. Please carefully examine the attached images. To talk about Joe Colombo is to recount the brief and intense career of one of the greatest Italian designers, who died in 1971 at just 41 years old. He was a man who strongly believed in the future and, during the pivotal 1960s when the future suddenly seemed close, gave us a unique glimpse of it. Joe Colombo’s future was anti-nostalgic (he probably wouldn’t recognize the 1990s as “the future”), where intelligent technology would aid humans in all activities, laying the groundwork for entirely new living models. Joe Colombo designed entire living spaces, such as the Visiona ’69 for Bayer, an integrated cell defined by different “functional stations”: the “Night-Cell” (bed + wardrobe + bathroom), the “Kitchen-Box” (kitchen + dining), and the “Central-Living” (living room). These functional stations were articulated in both plan and section, as seen in his daily house designs, where floors and ceilings rose and fell in a dynamic flow, with suspended bookshelves and floor-embedded lights. This vision of the future is probably the most well-known and might seem like a sci-fi utopia today, but there was another less analyzed vision, offering single, self-contained elements serving multiple functions. The Mini-Kitchen, presented in 1963 at the XIII Triennale, exemplified this: a plasticized ash parallelepiped on wheels measuring 75x75x90 cm, containing a stove, oven, grill, fridge, compartments for six sets of plates, cutlery, glasses, pots, utensils, cookbooks, a knife holder, a can opener, and multi-functional covers. This idea suggested a future of undifferentiated spaces (a loft prefiguration?) populated by versatile objects serving specific zones. The same concept applies to the famous Bobby trolley (1970), the Elda chair (1970) with its high back defining a specific area, and the Colombo lamp (1972) using a halogen source to create a large luminous island, eliminating the need for walls. Joe Colombo’s work also extended into artistic research, such as the Acrilica lamp’s kinetic and programmed experiences, and scientific research with new materials and technologies, like the injection-molded chair for Kartell (1968). Despite his short career during the “years of power to the imagination,” Colombo’s futuristic products continue to live alongside us, speaking of a better future.
El producto está en buen estado, con el desgaste propio de años de uso. Por favor, examine detenidamente las imágenes adjuntas. Hablar de Joe Colombo es relatar la breve e intensa carrera de uno de los más grandes diseñadores italianos, fallecido en 1971 con sólo 41 años. Era un hombre que creía firmemente en el futuro y que, durante los cruciales años sesenta, cuando el futuro parecía repentinamente cercano, nos dio una visión única de él. El futuro de Joe Colombo era antinostálgico (probablemente no reconocería los años 90 como "el futuro"), donde la tecnología inteligente ayudaría a los humanos en todas las actividades, sentando las bases de modelos de vida totalmente nuevos. Joe Colombo diseñó espacios habitables enteros, como la Visiona '69 para Bayer, una célula integrada definida por diferentes "estaciones funcionales": la "Night-Cell" (cama + armario + cuarto de baño), la "Kitchen-Box" (cocina + comedor), y la "Central-Living" (sala de estar). Estas estaciones funcionales se articulaban tanto en planta como en sección, como se ve en sus diseños de casas cotidianas, donde suelos y techos subían y bajaban en un flujo dinámico, con estanterías suspendidas y luces empotradas en el suelo. Esta visión del futuro es probablemente la más conocida y hoy podría parecer una utopía de ciencia ficción, pero hubo otra visión menos analizada, que ofrecía elementos individuales y autónomos que cumplían múltiples funciones. La Minicocina, presentada en 1963 en la XIII Trienal, ejemplificaba esta idea: un paralelepípedo de ceniza plastificada sobre ruedas de 75x75x90 cm, que contenía un hornillo, un horno, una parrilla, un frigorífico, compartimentos para seis juegos de platos, cubiertos, vasos, ollas, utensilios, libros de cocina, un portacuchillos, un abrelatas y tapas multifuncionales. Esta idea sugería un futuro de espacios indiferenciados (¿una prefiguración del loft?) poblados por objetos versátiles al servicio de zonas específicas. El mismo concepto se aplica al famoso carrito Bobby (1970), a la silla Elda (1970) con su alto respaldo que define una zona específica, y a la lámpara Colombo (1972) que utiliza una fuente halógena para crear una gran isla luminosa, eliminando la necesidad de paredes. El trabajo de Joe Colombo también se extendió a la investigación artística, como las experiencias cinéticas y programadas de la lámpara Acrilica, y a la investigación científica con nuevos materiales y tecnologías, como la silla moldeada por inyección para Kartell (1968). A pesar de su corta carrera durante los "años del poder de la imaginación", los productos futuristas de Colombo siguen conviviendo con nosotros, hablando de un futuro mejor.
Contacta con nosotros
Haz una oferta
¡Hemos notado que eres nuevo en Pamono!
Por favor, acepta los Términos y condiciones y nuestra Política de privacidad
Contacta con nosotros
Haz una oferta
¡Ya casi está!
Para seguir la conversación en la plataforma, por favor completa el registro. Para proceder con tu oferta en la plataforma, por favor completa el registro.Exitoso
Gracias por tu consulta, alguien de nuestro equipo se pondrá en contacto contigo en breve.
Si eres profesional del diseño, por favor solicita aquí los beneficios del Programa comercial de Pamono