This piece, belonging to Natasha Lelenco's Exchange Currencies series, features a profile portrait of a woman on a circular wooden surface that emulates a coin. On the coin, the Maori phrase "kaore au e marama aroha mai" is written, which we could translate into English as "I don't understand, sorry". The piece is painted in acrylic using warm ochre and yellow tones and incorporates a small metal stud as a piercing and small marker pen marks that emulate street art or tattoos. Conceptually, the artwork is part of a project in which the artist, drawing from her own experience, explores the theme of foreignness and the sense of 'not being from here.' Furthermore, it connects with the experiences of others who have undergone the challenges of migration. These artworks are designed to function both individually and in multiple compositions, allowing for installations tailored to the space with as many artworks as desired. Natasha Lelenco, an artist of Moldovan origin, explores themes of foreignness and delves into the well-trodden subject of the value of art with this series. While conventional coins have a fixed value and typically depict a national figure, Natasha's coins showcase anonymous faces and offer variable, often arbitrary, selling values. This explains the variations in selling prices among the different works in the series, serving as a conceptual action reflecting on the arbitrariness regarding the value of people due to conditions of origin or inequality. If you stay tuned to the new releases, it also offers the occasional opportunity to acquire some pieces from the series at extraordinarily low selling prices. As an interesting curiosity, the artist offers her collectors the possibility to exchange the equivalent value of the percentage that would have been due to the artist from the sale of these coins for future works of her own creation. Therefore, beyond acquiring a wonderful piece of art, they acquire the opportunity to visit the artist's studio and consider the purchase of another work using this as a form of payment. Natasha Lelenco says of this project: "This series is about value and price. I propose to the public the acquisition of a currency as a transfer value only valid for future work of my authorship. This moving value, which has nothing to do with determining the value of the work itself (the currency itself), is decided, in addition to being completely arbitrary in nature, except for a reasoned valuation between the price of one currency and another. These currencies transfer the enhanced value of the artistic object for future work, deliberately leaving aside any symbolic overvaluation that derives from the creative work. However, each piece is a unique work elaborated with deliberate technical flaws, signed, and serves as a certification of original work. The norm is that the faces on currencies belong to kings, presidents of republics, or individuals who represent clear national identification. These currencies, by contrast, present a collection of anonymous profiles enveloped in disconcerting phrases that allude to the concept of a vast community of citizens who live in a state of 'not belonging,' characters who inhabit the depreciation that so often defines origins, laws, and inequality."
Esta pieza, perteneciente a la serie Exchange Currencies de Natasha Lelenco, muestra el retrato de perfil de una mujer sobre una superficie circular de madera que emula una moneda. En la moneda está escrita la frase maorí "kaore au e marama aroha mai", que podríamos traducir al español como "no entiendo, lo siento". La pieza está pintada en acrílico utilizando tonos ocres y amarillos cálidos e incorpora una pequeña tachuela metálica a modo de piercing y pequeñas marcas de rotulador que emulan el arte callejero o los tatuajes. Conceptualmente, la obra forma parte de un proyecto en el que la artista, partiendo de su propia experiencia, explora el tema de la extranjería y la sensación de "no ser de aquí" Además, conecta con las experiencias de otras personas que han sufrido los retos de la migración. Estas obras están diseñadas para funcionar tanto individualmente como en composiciones múltiples, lo que permite realizar instalaciones adaptadas al espacio con tantas obras como se desee. Natasha Lelenco, artista de origen moldavo, explora temas de extranjería y ahonda en el trillado tema del valor del arte con esta serie. Mientras que las monedas convencionales tienen un valor fijo y suelen representar una figura nacional, las monedas de Natasha muestran rostros anónimos y ofrecen valores de venta variables, a menudo arbitrarios. Esto explica las variaciones en los precios de venta entre las distintas obras de la serie, sirviendo como acción conceptual que reflexiona sobre la arbitrariedad respecto al valor de las personas debido a condiciones de origen o desigualdad. Si se permanece atento a las novedades, también se ofrece la oportunidad ocasional de adquirir algunas piezas de la serie a precios de venta extraordinariamente bajos. Como curiosidad interesante, la artista ofrece a sus coleccionistas la posibilidad de canjear el contravalor del porcentaje que le hubiera correspondido a la artista por la venta de estas monedas por futuras obras de su propia creación. Así, más allá de adquirir una maravillosa obra de arte, adquieren la oportunidad de visitar el estudio de la artista y plantearse la compra de otra obra utilizando ésta como forma de pago. Natasha Lelenco dice de este proyecto: "Esta serie trata sobre el valor y el precio. Propongo al público la adquisición de una moneda como valor de transferencia sólo válido para futuras obras de mi autoría. Este valor de transferencia, que nada tiene que ver con la determinación del valor de la propia obra (la moneda en sí), se decide, además de ser de naturaleza totalmente arbitraria, salvo por una valoración razonada entre el precio de una moneda y otra. Estas monedas transfieren el valor realzado del objeto artístico para futuros trabajos, dejando deliberadamente de lado cualquier sobrevaloración simbólica que se derive del trabajo creativo. Sin embargo, cada pieza es una obra única elaborada con deliberados defectos técnicos, firmada, y sirve como certificación de obra original. Lo normal es que los rostros de las monedas pertenezcan a reyes, presidentes de repúblicas o individuos que representen una clara identificación nacional. Estas monedas, por el contrario, presentan una colección de perfiles anónimos envueltos en frases desconcertantes que aluden al concepto de una vasta comunidad de ciudadanos que viven en un estado de "no pertenencia", personajes que habitan la depreciación que tan a menudo define los orígenes, las leyes y la desigualdad."
Contacta con nosotros
Haz una oferta
¡Hemos notado que eres nuevo en Pamono!
Por favor, acepta los Términos y condiciones y nuestra Política de privacidad
Contacta con nosotros
Haz una oferta
¡Ya casi está!
Para seguir la conversación en la plataforma, por favor completa el registro. Para proceder con tu oferta en la plataforma, por favor completa el registro.Exitoso
Gracias por tu consulta, alguien de nuestro equipo se pondrá en contacto contigo en breve.
Si eres profesional del diseño, por favor solicita aquí los beneficios del Programa comercial de Pamono